martes, 30 de diciembre de 2008

Un mundo, muchas interpretaciones

El mundo externo es una percepción, una abstracción.

Nosotros tenemos un registro interno del afuera. Por eso tenemos que tratar de entender que el mundo del otro no es el mío.
Por ejemplo, yo te veo y, para mí, vos sos como yo te veo. Ahora, ¿cómo sos vos? Qué sé yo, cómo podría saberlo. Lo único que yo sé de vos es como yo te veo. Del mismo modo, lo que vos sabes de mí es lo que vos ves, no lo que yo soy.


La mirada de las cosas tiene una cuota de relatividad tan grande que las cosas se interpretan dependiendo de cómo se vean.

Un señor llamado Paul Watzlawick cuenta que en un laboratorio donde se hacen experimentos con animales, un investigador está tratando de hacer un reflejo condicionado con dos ratas en un laberinto. Entonces, cuando el señor de guardapolvo blanco entra, una ratita le dice a la otra: “¿Ves a ese señor de guardapolvo blanco? Lo tengo totalmente amaestrado, cada vez que yo bajo esta palanca me da de comer”.

Dos maneras de ver el mismo proceso, la situación es exactamente la misma.
Una misma realidad puede verse diferente según la posición en la que me coloco para observarla. Todo depende de nuestra mirada y del recorte que realizamos del mundo.
Comprenderlo nos da una herramienta muy importante, nos permitirá abrir un abanico de miradas, de soluciones, de respuestas... No perdemos lo que teniamos, simplemente vemos un poco mas de esa realidad que deja de ser determinada y absoluta, para transformarse en "tu manera de ver las cosas"

¿Vos que ves en el dibujo???...

Intentemos comprender que podemos estar viendo dos cosas diferentes y ninguno estár equivocado... simplemente nos enfocamos en detalles distintos!

Y que es perfectamente posible que luego de conversar con vos y volver la mirada a la figura, me encuentre con algo que no había visto!

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